Casi por casualidad, empecé a fotografiar este casamiento varios meses previos a la gran noche, e incluso antes de que me llamaran para la primera reunión. Aunque quizás ellos no lo recuerden, tuve la suerte de estar presente en el momento en que Sofía yGonzalo anunciaron su compromiso a sus familiares. Meses más tarde me llamaron, nos juntamos un par de veces y se vino abril encima, con todo listo para vivir una noche a puro color.
Arrancamos directamente en Lourdes, en una linda ceremonia repleta de familia y con muchos amigos. Sofía y Gonzalo, visiblemente emocionados, lo vivieron con una enorme alegría que fácilmente contagiaron a todos los que se acercaron a saludarlos. Créanme, no eran pocos…
Rápidamente salimos para el salón (Parada 1), donde esperaba una cálida recepción con música en vivo, mientras nos preparábamos para el Civil al aire libre. Una vez adentro, siguió la recepción y antes de la cena se largó el baile, que arrancó con todo, al ritmo de la música de Tato Manso. No se ahorraron energías en toda la noche, el baile fue intenso antes y después de la cena, y explotó con un cotillón muy colorido, el broche de oro que no podía faltar.
Gracias a la enorme colaboración de mi amigo (y colega)Luis Rostan, pudimos registrar gran parte de lo que vivimos en una noche muy alegre y colorida, donde la música nunca dejó de sonar.
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