A Sole la conocí hace varios años y a Santi sólo lo había visto por Skype, pero una reunión de media hora fue suficiente para entrar en confianza y darme cuenta la excelente pareja que hacen, con una calidad humana que tanto ayuda a la hora de trabajar con ellos.
Los preparativos de Sole en el Hotel Euskadi se vivieron con total tranquilidad, siempre en familia. Con algunos malabares logramos acomodarnos entre el maquillaje y el peinado, mientras nos acercábamos a la hora de salir. Todo muy cerca, comodísimo!
Mientras, Santi se terminaba de cambiar en su casa, bajo el atento ojo de Ray Rodríguez, gran fotógrafo que me acompañaría y ayudaría en todo el casamiento (mil gracias por todo Ray!!).
La Iglesia tuvo todos los momentos, pero sin dudas las miradas y las risas se robaron el protagonismo de la noche. Minutos después, tras una ansiosa espera por la jueza, el Civil en el salón siguió con la misma alegría que Sole y Santi contagiaban.
La fiesta, un fiestón. Mucho baile y la presencia estelar de Vilma Palma (para sumar rosarinos al evento), que tenía en Santi y sus amigos un fanatismo que agitaba de lo lindo y contagiaba a Sole y su banda. Ah, y mención especial para la decoración, todo pensado hasta el mínimo detalle, seguramente aprovechando el caudaloso Pinterest de Sole…
Sin dudas, un casamiento inolvidable (que siguió el domingo al mediodía). Felicitaciones Sole y Santi, mil gracias por todo!!!!
Slideshow Sole+Santi from Andrés Preumayr on Vimeo.
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